Aquí también trasdciende su rubro, se nos presenta como un santuario del Kitsch. Flores brillos y pieles recuadran las escenas en un entorno de luces de colores y cortinas plásticas.
Como un catálogo, los personajes se disponen seriadamente: mujeres, Drag Queens, las imágenes intervenidas digitalmente exageran sus connotaciones llevándolas a un erotismo patético: deformaciones en hocicos de cerdo, rostros desfigurados, cuerpos voluptuosos casi irreales. La fantasía, lo artificial, el simulacro, invaden todo el espacio transformando la obra en una ambientación que le es propia a sus protagonistas y donde nosotros sólo somos invitados; invitados a experimentar el artificio en busca de una apariencia glamorosa que conjure, exorcice la nimiedad de la cotidiana realidad. La artista se apropia de esta imágenes y hasta las ubica en un "altar", con ironía y trasgresión, pero a la vez juega con los prejuicios sociales al buscar la provocación y el fetichismo desmesurado.
Las manifestaciones más enaltecidas del refinamiento cultural sucumben con fragilidad frente a este tipo de expresión artística. El kitsch personifica al "género maldito" dentro del sistema de valores del "arte", una estética del "mal gusto" y la redundancia y hoy Lucía nos ha comunicado una singular interpretación.
Sala rpm año 2007
Prof. Carla Moneta
Prof. Gustavo Damelio
Año: XIV – Número: 66
Fecha: Abril/Mayo de 2010
Ilustración: Lucía Guala
Temas: Mato Saw, graffiti / Empty trash, arte fantástico / Uni-versos, arte y Ds Hs / Hostel, VendrásAlgunaVez
Pliego: Sec. Cultura MLP - OSDE
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